Manuel García Mansilla juró este mediodíacomo juez de la Corte Suprema ante Horacio Rosatti, luego de que los ministros del máximo tribunal discutieran la cuestión en reunión de acuerdos.

Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti aún no unificaron un criterio con respecto al otro jurista designado por el Gobierno para integrar el tribunal, Ariel Lijo.

La postergación respecto de la incorporación del actual juez federal tiene que ver con una discrepancia sobre si puede asumir en el máximo tribunal en unos de una licencia o debe renunciar a su cargo de primera instancia.

Ambos fueron designados en comisión por un decreto del presidente Javier Milei, tras casi un año de infructuosas gestiones en el Senado.

La foto de que la totalidad del cuerpo de cinco miembros sentada este sábado en la Asambles Lagislativa, cuando el presidente inaugure el nuevo período de sesiones ordinarias, no será posible. 

De todos modos, la búsqueda de una reedición de la mayoría automática que armó el expresidente Carlos Menem en la Corte no está tan lejos.

El tribunal se encuentra en el centro de una tensión institucional, no sólo por las reacciones contra la decisión de normar García Mansilla y Lijo por decreto, sino en las últimas horas por la licencia de este último, quien se resiste a renunciar a su cargo de juez federal porque si el Senado no lo ratifica en el Senado antes de fin de año se quedaría sin ninguno de los dos cargos.

La Cámara Federal entendió que sí, el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti apoyaría también esta postura, mientras Rosatti y Carlos Rosenkrantz se tomarían un tiempo para analizar este tema. En el próximo plenario del tribunal, la semana próxima, se seguiría debatiendo el asunto.

El flamante cuarto miembro de la Corte, García Mansilla, había asegurado meses atrás, cuando defendió su postulación ante la Comisión de Acuerdos del Senado, que no aceptaría asumir en el máximo tribuna si fuera designado por decreto. Esto es lo que acaba de ocurrir.