Efecto Streinsand
02 de septiembre de 2025
El Gobierno comete errores graves de estrategia para frenar la difusi贸n de audios supuestamente comprometores mientras sigue sin poder controlar la cotizaci贸n del d贸lar.
El gobierno de Javier Milei acaba de cometer un error estrat茅gico grave en un intento de ejercer censura previa para impedir que se difundan las grabaciones en las que supuestamente la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, devela datos comprometedores.
La jugada, que consigu贸 cabida en el despacho de un juez cuestionado, no s贸lo est谩 condenada al fracaso sino que ya logr贸 que todos los que dudaban sobre la trascendencia del contenido ahora quieren escuchar qu茅 dijo porque temen que tan torpe empe帽o por amordazar a la prensa sea un signo de desesperaci贸n ante la posibilidad de seguir acumulando errores no forzados.
Las consecuencias de la denuncia, que el gobierno consigui贸 poner en marcha con la anuencia del juez federal en lo Civil y Comercial Alejandro Maraniello, cuestionado ante el Consejo de la Magistratura con denuncias de acoso sexual, entre otras, est谩n estudiadas y tienen nombre, Efecto Streisand.
En 2003 la actriz y cantante estadounidense Barbra Streisand denunci贸 al fot贸grafo Kenneth Adelman y a la p谩gina web pictopia.com, a quienes les exigi贸 50 millones de d贸lares en compensaci贸n por da帽os y perjuicios al publicar en una seriada de fotos sobre la costa Californiana, una foto a茅rea en la que pod铆a identificarse su mansi贸n en Malib煤. La denuncia fue desestimada y la Justicia conden贸 a la artista a pagarle al reportero honorarios por 177.000 d贸lares, una bicoca para la artista, pero el intento de censura hizo que miles de personas que nunca hubieran visto esa imagen terminaron busc谩ndola para ver la casa que quiso ocultar.
No es por generar urticaria entre las hueste libertarias, pero se atribuye al fundador de la China comunista, Mao Tse-Tung, la recomendaci贸n de que “si quieres ocultarte p谩rate debajo de un farol”, pero el l铆der chino nunca habl贸 de encender uno mismo esa luz. De todos modos, para los comunicadores libertarios Mao debe ser s贸lo un modelo de cuello de camisa.
Lo curioso es que Patricia Bullrich, en su extensa peregrinaci贸n ideol贸gica, no haya reparado en que el intento de censura previa que sali贸 a defender en los medios (ya no tan) amigos, podr铆a tener un efecto b煤meran.
En primer lugar, la ministra de Seguridad y candidata a senadora quiso acomodar las cargas en una entrevista que dio anoche en los estudios de A-24, donde asegur贸 que la denuncia que present贸 el gobierno no ped铆a el allanamiento de ning煤n medio period铆stico ni del domicilio de ning煤n periodista, sino que se pidi贸 que “se conformara la prueba”. El conductor no se la dej贸 pasar y pidi贸 al aire que leyeran la presentaci贸n, en la parte en que se reclaman allanamientos. Los tiempos cambian y las lealtades tambi茅n.
Como era de esperar, esta ma帽ana todas las radios y canales de noticias consultaron a abogados constitucionalistas de todo el espectro, que coincidieron en defenestrar la mordaza medi谩tica impuesta por el juez Maraniello y auguraron que el tema ser谩 rechazado en las instancias superiores .
En este caldo de cultivo la provincia de Buenos Aires se apresta a realizar el pr贸ximo domingo las elecciones locales, cuyo resultado tendr谩 influencia en las legislativas nacionales del 26 de octubre. La secuencia de esc谩ndalos de las 煤ltimas semanas, donde se alinean fentanilo, coimas con los fondos para discapacitados, coimas con los medicamentos del Pami y las escuchas telef贸nicas parecen hacer hecho mella en las encuestas de intenci贸n de voto y la preocupaci贸n se instal贸 en la Casa Rosada.
Y la econom铆a tampoco ayuda. Hoy Econom铆a anunci贸 la decisi贸n de intervenir en el mercado antes de que el d贸lar alcance el techo de la banda, lo que contradice las intenciones anunciadas oportunamente. Los economistas consultados por todos los medios period铆sticos opinaron que el gobierno abandon贸 la libre flotaci贸n del d贸lar en virtud de la incertidumbre electoral.
Fuente del Gobierno aseguran que tienen 1.700 millones de d贸lares para operar en el mercado sin necesidad de tocar los fondos reservados para el FMI. En el mediano plazo hay vencimientos de la deuda privada, pero para un gobierno que mira s贸lo c贸mo hacer para llegar a las elecciones con el d贸lar controlado, el mediano plazo es un horizonte demasiado lejano.


