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Inyecte a su empresa la vacuna de la velocidad, adquiera inmunidad comercial y mejore los resultados


10 de agosto de 2021

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Fernando Luchetti

Entrenador de negocios y coach certificado por el John Maxwell Team EEUU

El entrenador en negocios Fernando Luchetti comparte estrategias para imprimir más velocidad a sus acciones y conseguir los resultados esperados.

Estamos transitando el primer trimestre del año y muchas empresas aún están tratando de
recuperarse. Algunas gracias al tipo de productos que venden ya lo han hecho pero la inmensa
mayoría se encuentran atrapadas dentro de una montaña rusa. Definitivamente, ser
empresario en Argentina implica contar con fuertes dosis de resiliencia para sobrevolar los
desafíos que imponen las regulaciones gubernamentales y la incertidumbre constante.

Es cierto que muchas empresas ya se han reinventado, sin embargo, es necesario que estemos
atentos y no perdamos de vista los cambios que se pueden seguir dando. Estoy convencido
que aquellas empresas que ejerciten la velocidad, y la sostengan en el tiempo, cosecharán los
frutos del esfuerzo.

Por último, para dominar hábilmente la disrupción del mercado, la empresa debe actuar con
velocidad antes de que el cambio la pase por arriba y para lograrlo será necesario implementar
un mecanismo de control permanente sobre los aspectos comentados.

Por supuesto que ser veloz es importante, pero no a cualquier precio. No se agote ni se
estrese. Logrará velocidad trabajando coordinadamente, incluyendo a todos los actores y no
descuidando nada. Comience ya mismo con los protocolos de vacunación, al hacerlo mejorará
la inmunización, y por ende, los resultados.

El concepto de velocidad puede aplicarse a muchas variables, pero en el campo empresarial es
la capacidad de dar respuestas y solucionar los problemas del cliente mejor que la
competencia. Eso define los procesos, la experiencia del cliente, el nivel de precios y también
la cartera de productos y servicios.

Por lo general, una empresa veloz puede obtener más ventas y rentabilidad que una que no lo
es. Por lo tanto, es recomendable asegurarse y sostener la velocidad en el presente y en el
futuro, y no pensar que es una moda pasajera. Por lo tanto, una buena forma de lograrlo es
aplicando dosis a su empresa en los siguientes puntos neurálgicos.

Para verificar el nivel de velocidad y preparar a todos los colaboradores el punto de partida es
observar a qué segmentos de clientes estamos atendiendo y cuáles nos interesan, y dentro de
ellos verificar qué compran y qué vendemos nosotros. También, analizar si nuestros productos
y servicios son acordes a las demandas actuales de los clientes.

No podemos dejar de lado el sistema de precios y promociones. ¿Cuál es el criterio de fijación
de precios, lo hacemos en función de la rentabilidad que deseamos o desde el punto de vista
del cliente y la competencia? ¿Nuestros precios son acordes a cada segmento?, ¿contamos con
precios discriminados por zona? ¿Tenemos promociones atractivas en diferentes categorías?
Para optimizar el sistema, será necesario que estemos atentos a los cambios en los patrones
de consumo, segmentar al máximo y rotar las promociones.

Innovemos en nuestros puntos de ventas físicos. Debemos garantizar que el estado de estos
sea impecable, tanto desde lo externo cómo así también en su interior. Es determinante cómo
se exhiben los productos y el nivel de servicio brindado. También es clave contar con un stock
suficiente con el fin de evitar quiebres y fugas de clientes. Es imperioso que profundicemos la
comunicación para lograr generar tráfico de clientes a nuestro negocio. Las redes sociales
logran muy buenos resultados, no las dejemos de lado.

Es necesario garantizar que la experiencia del cliente sea extraordinaria. Para lograrlo,
debemos verificar los procesos y sus tiempos: por ejemplo, ¿cuánto tiempo tardamos en
atender a los clientes? No debemos descuidar la digitalización, nuestra web debe ser
responsiva y contener WhatsApp con respuesta inmediata.

Para ser veloz, antes es fundamental que potenciemos el conocimiento de las personas que
conforman nuestra empresa. En este punto, podríamos preguntarnos ¿saben vender y brindar
la mejor experiencia a los clientes? ¿Nuestros líderes logran que los equipos sean productivos?
Jamás debemos dejar de entrenarlos, si las personas no saben será más difícil lograr
anticipación y velocidad.

 

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