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"Hay que renovarse para ser una opci贸n opositora a este gobierno en 2027"


21 de agosto de 2025

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As铆 lo plante贸 Gabriel Puricelli, soci贸logo y activista en la defensa de los derechos humanos y tercero en la lista para diputados nacionales del Movimiento Ciudadano.


Gabriel Puricelli, sociólogo y activista en la defensa de los derechos humanos, es una de las figuras emergentes en el actual proceso electoral, a pesar de su larga trayectoria y varias candidaturas en Partido Intransigente, en los 80s, y en el Frente Grande, en los 90s. Figura tercero en la lista para diputados nacionales del Movimiento Ciudadano, una agrupación que se podría denominar como de izquierda democrática no peronista, que lidera el actual diputado y candidato a senador Esteban Paulón. 


- ¿Después de tantos años de militancia política y universitaria, qué es lo que te mueve a participar de estas elecciones como candidato?

- Desde hace muchos años, desde el Partido Intransigente para acá que sigo en la brecha de tratar de construir espacios de izquierda democrática no peronista, y menos que menos antiperonista, por supuesto. Es decir, sigo en la misma línea, lo que nos ha abandonado es el electorado, pero en esta coyuntura en Movimiento Ciudadano creemos que hay un espacio potencialmente más significativo que en elecciones anteriores para una propuesta de izquierda democrática porque, por un lado, tenemos un candidato al Senado como Esteban Paulón, que se ha ganado el reconocimiento de una porción creciente de la ciudadanía como un opositor férreo y consistente de Milei. Es decir que tenemos un liderazgo emergente, con proyección nacional como Esteban Paulón, más allá que ahora sea una candidatura por la Ciudad. El otro elemento, es que venimos verificando desde el día en que asumió es que la mitad de los argentinos, y probablemente la mitad de los porteños, estamos en contra del gobierno de Javier Milei, pero a la hora de las elecciones, por dispersión, por abstencionismo y por falta de renovación en la principal fuerzas opositora, que es el peronismo, ese 50% o más que te cantan todas las encuestas termina teniendo el 35 0 30% de los votos. Con lo cual, la lectura que hacernos es que hace falta más oferta opositora. No sólo hace falta oferta de izquierda democrática, y eso es una cosa continua para mi desde el ’82 en adelante, sino que en esta coyuntura particular hace falta más oferta opositora. 
   
-   ¿Hablás de unidad de la oposición?
-    Si, pero no basta con formas de unidad con fórceps, poco auténticas, sino que hay que aprovechar que tenemos representación proporcional en nuestro sistema electoral para tratar de lograr que ese 50% se refleje en las bancas que se eligen. Nosotros marcamos una línea que no es de sectarismo sino una línea de lo que consideramos que está demandando en este momento la defensa de la democracia, que es una línea de oposición total, a este gobierno.

-  Todos los candidatos de Movimiento Ciudadano tienen un recorrido en la defensa de los derechos humanos, ¿este eje común es una reacción frente a las políticas de revisión y ataque a temas que se creían saldados en el debate social?
-  En buena medida sí. Este gobierno está empeñado en desmontar los consensos básicos que hicieron posible la democracia en la Argentina, porque la política económica que propone es de ruptura, no sólo con las políticas más o menos progresistas desde Alfonsín hasta Kirchner, ni siquiera de las políticas neoliberales más tradicionales, como las privatizaciones de Menem, o la política de Macri, sino que efectivamente rompen la frontera de cualquier consenso y se propone una política económica que va en camino hacia la desaparición del Estado; no al achicamiento o a la privatización de algunas actividades sino que hay una visión muy extremista en el presidente y en el presidente de facto, que es Federico Sturzenegger, que son ideologías que exceden por completo el consenso democrático. Antes trataron de transformar el símbolo de los 30.000 en una cifra, que por supuesto no es algo que empezó con este gobierno, porque el huevo de la serpiente ya estaba, pero lo del Nunca Mas asociado en una campaña contra el kirchnerismo ya es como plantar una bandera donde lo que el sociólogo Marcelo Leiras llamó “el consenso alfonsinista”, una idea democrática que abarcaba desde Miriam Bregman hasta Mauricio Macri, aunque hoy ya no lo abarca más porque pasó al lado oscuro. Y por cierto, en esta lista hay gente con un compromiso fuerte con los derechos humanos. La lista de diputados la encabeza Alejandro Katz, que participa desde hace más de diez años en la mesa de los derechos humanos. Segunda va Diana Maffía, que fue defensora adjunta de pueblo de a Ciudad, así que efectivamente la cuestión de los derechos humanos es central para la visión que estamos planteando.

-  El Movimiento Ciudadano se arma en un momento donde hay una fuerte posición de La Libertad Avanza, que se acaba de deglutir a PRO, y con la oposición fragmentada, ¿cómo proyectás esta situación con miras a las elecciones de 2027?
-  Bueno, mirando no solo las encuestas, porque en la Ciudad tenemos la ventaja de poder mirar una elección reciente, que es un mejor indicador que las encuestas. Esos datos muestran que el 50% oficialista, o un poco menos, lo tenés cubierto por LLA y el PRO, mientras que el 50% y un poco más opositor, lo tuviste cubierto solo parcialmente por una votación mediocre del peronismo y una votación muy baja de la izquierda del FIT, que por tercera elección consecutiva sacó menos votos que en la anterior. Entonces, haciendo un mix entre encuestas y el resultado de la última elección, claramente hay un campo de un 35%, incluidas las abstenciones, que está en contra del gobierno pero que cuando llega al cuarto oscuro no encuentra la opción que exprese esa oposición; nosotros vamos a ese espacio. No hay ninguna fuerza que tenga la nitidez opositora que tuvo en los últimos dos años Paulón en el Congreso. Si te fijás en los que teóricamente son más cercanos a nosotros te encontrás con Martín Lousteau, que le dio quórum a la Ley Bases, y te la encontrás a Graciela Ocaña, que básicamente ha sido una discreta oficialista, y los seguidores de Margarita Stolbizer que andan por ahí o el propio bloque de Facundo Manes, que rompió con el radicalismo en el Congreso, cuando lo mirás voto por voto te das cuenta de que no es voto con el que puedas contar siempre. Entonces, fácil un 30% de lo que el sociólogo Pablo Seman llama opositores sin partido, no tuvieron opción votable en la elección de la Ciudad. Los que nosotros llamamos los ferreteros, los que le alcanzaron las herramientas al gobierno, van a intentar competir como opositores, pero vamos a tratar de que la nitidez opositora que tuvo Paulón y la nitidez que le podamos aportar, sirva para atraer a ese voto opositor. Con una perspectiva, por supuesto, de mediano plazo, porque esto que pensamos que hace falta en la Ciudad va a hacer falta también en 2027. Y no hay que olvidarse que la elección nacional es de doble vuelta.

-  ¿Vos plenateabas la necesidad de una renocación, cómo? 
-    Si el peronismo persiste en esa absoluta falta de renovación, que lo hace invotable para muchísimos opositores, también va a ser importante en 2027 que en la primera vuelta compitan entre si opciones opositoras que después puedan converger en la segunda vuelta. Y con eso no estoy diciendo que los liderazgos toquen pito y se lleven a los electores, porque eso no existe, sino que los ciudadanos puedan converger en la mejor candidatura opositora en la segunda vuelta.

-  Si en 2027 se repite el escenario de polarización, te imaginás acercando posiciones, por ejemplo, con Lousteau, con los fragmentos del radicalismo, con Stolbizer?
-  Todo el sistema político está demandando renovación. Toda la atención se la lleva el peronismo, porque siendo el principal partido opositor se está autoboicoteando al no renovarse, pero esto pasa con el resto de las expresiones políticas, que efectivamente formamos parte del aquel consenso alfonsinista. Lo deseable sería que en ese momento estemos hablando de otros nombres, no solo en el peronismo sino en todas las demás expresiones democráticas. Lo que está pasando en Córdoba entre Juan Schiaretti y Natalia de la Sota está expresando lo mismo; esta imposibilidad del espacio del cordobesismo para renovarse. En el 2027 tenemos que juntar a toda la ciudadanía democrática en pocas opciones muy definidamente opositoras en la primera vuelta y tratar de, aún si no están unificadas en la segunda vuelta, tengan una relación de respeto que no haga imposible que la ciudadanía se una detrás del mejor en la segunda vuelta. En este esquema, me parece que sería muy deseable que entre las ofertas electorales de entonces no haya repetición de nombres del 2023. Lo digo además en primera persona, yo en principio no soy nadie, pero me encantaría que en el 2027 haya gente 20 o 25 años más joven que yo, tomando candidaturas y haciendo acompañamiento, porque cuando uno dice renovación no le pide a nadie que se vaya a la casa.
   
-    Claro, tampoco la guerra del cerdo.    
-    Mal podría yo proponer la guerra del cerdo con 59 años.

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